Hace ya algunos años recorrimos el trazado de un viejo ferrocarril que nació con vía estrecha y murió con ancho ibérico. Unía la navarra Tudela con la aragonesa Tarazona y fue conocido, entre otros motes y apodos, como el «Tarazonica», aunque su tendencia a descarrilar con frecuencia le valió otro sobrenombre: «El Escachamatas». Hoy recordamos aquel agradable día, con la esperanza de volver a recorrerlo de nuevo, una vez superado esta dura etapa que vivimos en la actualidad.
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