La estación de Sevilla-San Bernardo

La celebración de la Exposición Universal de Sevilla 1992, la famosa Expo’92, conllevó una serie de cambios urbanísticos en la ciudad andaluza. Entre ellos estuvo la reorganización del tejido ferroviario, con la inauguración de la moderna estación de Santa Justa, cabecera del flamante tren de alta velocidad. La otra cara de la moneda fue la clausura de las dos estaciones históricas de Sevilla: Plaza de Armas y San Bernardo. Hoy, Cuaderno de un viajero inquieto visita esta última, paseando por sus inmediaciones.

La estación de San Bernardo, también llamada de Cádiz, fue construida en 1902 por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, sobre el antiguo apeadero de la Compañía del Ferrocarril de Sevilla a Jerez y de Puerto Real a Cádiz (SJPC). Proyecto del ingeniero Agustín Juberd, consta de un bonito edificio de viajeros y una airosa marquesina de hierro, bajo la que se cobijaron los antiguos andenes de la estación. Adornando dicha marquesina vemos un rombo con la palabra SEVILLA, el símbolo NO8DO, lema de la ciudad, y las siglas CFA, pertenecientes a Andaluces, la antigua compañía, propietaria de la estación.

En 1941, el complejo ferroviario de San Bernardo pasó a manos de la recién creada Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE), quien explotó las instalaciones hasta su clausura, el 2 de mayo de 1991. Hasta entonces, concentraba el tráfico pasante, mientras que la otra gran estación de la ciudad, Plaza de Armas, la antigua terminal de la poderosa M.Z.A., centralizaba  los servicios que tenían Sevilla como término del viaje. Tras su cierre, y el posterior desmantelamiento de las vías, el complejo quedó abandonado, a merced de un progresivo deterioro. Finalmente, pese al derribo de parte del complejo, el edificio de viajeros fue restaurado y convertido mercado de abastos. Por su parte, la marquesina de hierro, desprovista de sus paneles de cristal, alberga las instalaciones de un gimnasio.

Junto a la estación, rodeadas por un aparcamiento, se conservan parte de las antiguas instalaciones, aunque su estado sea más que lamentable. Paseando por la zona observamos que todavía permanecen en pie la rotonda de locomotoras, algunas antiguas toperas, varios depósitos de agua y el edificio de los talleres, hoy cerrado y vallado.

Junto a la estación discurre la calle de Juan de Mata Carriazo, en la que encontramos tres elementos, recuerdo de los años en que este lugar era solar del ferrocarril. Por un lado, queda un pequeño fragmento del muro que delimitaba el terreno del ferrocarril, así como varias tapas de hierro con las inscripciones «SEÑALIZACIONES – RENFE», repartidas a lo largo de la calle. Por último, encontramos el Puente de San Bernardo, único conservado de los tres que sirvieron antaño para salvar las vías del ferrocarril.

Retomamos una de nuestras viejas tradiciones, que es terminar las entradas de esta modesta bitácora con un vídeo, en el que se resume el paseo que dimos por las inmediaciones de la antigua estación de San Bernardo, disponible en nuestro canal de YouTube. 

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